Caperucita Roja
Una vez Caperucita Roja fue a visitar a su abuelita sin saber que a su abuelita ya se la había comido el lobo, entra a la casa y dice:
-Abuelita, que ojos tan grandes tu tienes.
Y la abuelita dice:
-Es para verte mejor.
Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
-Abuelita, que orejas tan grandes tu tienes.
Y la abuelita dice:
-Es para oirte mejor
Caperucita vuelve a insistir:
…
Me siento cañón
Ha llegado la vejez con idea de destruirme,
Pero ya me he puesto firme y con ella lucharé;
El pasado ya se fue, sacó ida sin regreso
Y no conforme con eso se llevó mi juventud
Dejándome sin salud, feo, viejo y con sobrepeso.
Pero, creo que estoy sano: no soy persona achacosa
Aunque tengo varicosas y un tobillo se me inflama
A veces, cojo la cama porque me duele un riñón,
Me palpita el corazón, tengo dolor en los huesos, y
A pesar de todo eso: ME SIENTO COMO UN CAÑÓN.
Todos tenemos problemas, aunque piense lo contrario
Los juanetes y los callos me ponen en un dilema.
Cuando tengo alguna pena, siento una gran opresión.
Que me empieza en el pulmón y me llega hasta los sesos
Y a pesar de todo eso: ME SIENTO COMO UN CAÑÓN.
Yo pienso que estoy entero y lo voy a demostrar,
…
Los gases de la viejita
Una viejita visita al doctor:
– «Doctor, tengo un problema con los gases, pero realmente esto no me molesta mucho. Mis flatulencias nunca huelen y son siempre silenciosas. De hecho, me he tirado como veinte por lo menos desde que estoy aquí en su oficina y usted no se ha dado cuenta de mis gases porque no huelen y son silenciosos.»
– «Entiendo, tome estas píldoras y regrese a verme la semana que viene.»
A la semana siguiente, la ancianita regresa y dice:
…
Por abusivo
En la residencia de ancianos, le pregunta un abuelo a otro:
– ¿Por qué te peleaste con tu compañero de habitación?
– Por abusivo.
– ¿Por abusivo?¿Cómo es eso?
…
Uñas
Vivo
Viejito persiguiendo
Romance en la cuarta edad
Romance en la cuarta edad
Dos personas mayores, él viudo y ella viuda, se conocían hacía varios años.
Una noche salieron a cenar… Los dos sentados en la misma mesa, uno frente al otro.
Durante la comida él la miró y la miró admirado y finalmente juntó el coraje para preguntarle:
– «¿Quieres casarte conmigo? ‘
Después de unos segundos de «cuidadosa consideración», ella respondió:
– Sí. Sí, acepto! »
La comida terminó y, luego de algunos intercambios agradables de palabras, se fueron a sus respectivos hogares.
A la mañana siguiente, el despertó preocupado y dudoso de la respuesta. «¿Dijo sí «o dijo no’? No podía recordar. Lo intentó y lo intentó, pero simplemente no recordaba, no tenía ni siquiera una vaga idea; inquieto, fue al teléfono y llamó a su amiga. En primer lugar, le explicó
…
Dos abueletes y un helado
Dos abueletes están sentados en el banco del parque.
El primero dice: – «Tengo unas ganas locas de tomarme un helado»
El segundo le responde: – «Voy a comprarlos, de qué lo quieres?»
«Dos bolas de chocolate»
«Yo, dos de vainilla»
El primero dice» – «Sería mejor que te lo apuntases….»
«Quita ya», le dice el otro abuelete, «si el carrito del helado está ahí enfrente.