Rey Leon
No es lo que parece
Un violinista en la jungla
Un violinista se perdió en la jungla.A lo lejos vio un león y en su desesperación se puso a tocar el violín como un loco, el león se acercó y se sentó enfrente como escuchándolo
De pronto apareció otro león e hizo lo mismo.
El violinista pensó: «Ya sabia que esta carrera me salvaría algún día», cerró los ojos un segundo y al abrirlos había mil leones a su alrededor.
Ya sudando frío, vio a lo lejos otro león, y se levantó para hacerlo detener mientras iba a su encuentro, siempre tocando el violín, pero el león no se detenía y en un segundo se lo comió.
Viendo esto, se levanta otro león y dice:
«Ya sabía que este sordo nos iba a malograr el concierto.»
(Gracias Betty) …
CUIDADO CON EL PERRO
Funeral inusual
Un hombre estaba desayunando a las 8 de la mañana, un sandwich y un café, cuando vio que pasaba por la carretera un funeral muy inusual que se dirigía al cementerio cercano.
Un ataúd negro era seguido por un segundo ataúd negro como a 50 pasos detrás del primero.
Detrás del segundo ataúd caminaba un hombre solitario con un enorme perro pitbull al que sostenía de la correa.
Detrás de él caminaban más de cien hombres en una sola fila.
El hombre no pudo aguantar la curiosidad. Con mucho respeto se aproximó al hombre que llevaba al perro y le dijo:
– Señor, sé que este es un muy mal momento para molestarle, pero nunca he visto un funeral como este. ¿De quien es este funeral?
El hombre respondió:
– Bueno, en el primer ataúd está mi esposa.
-Qué le pasó a ella? replicó el primero, y el hombre respondió:
– «Mi perro la atacó y la mató.»
– ¿Y quién está en el segundo ataúd?»
Y el hombre respondió:
-Mi suegra. Ella estaba tratando de ayudar a mi esposa y el perro se volvió hacia ella.
Un momento solemne de silencio transcurrió entre los dos hombres.
-…¿Podría pedirle un favor?… ¿Me podría pestar el perro?
-Póngase en la fila.-
(Gracias Tomás Dorán) …
¿Gato o araña?
Viene caminando un hombre con un gato en brazos y se le acerca otro hombre y le pregunta:
– ¿Araña?
y el otro le contesta,
– No gato…
(Gracias Tomás Dorán) …
La boda de mi mejor amigo
El asno
Un campesino va sobre su asno cuando de pronto pasa una Ferrari a gran velocidad, más adelante el campesino ve el Ferrari parado y aprovecha para hacerle una pregunta al conductor:
– ¿Cómo es que ese coche corre tanto?
Eso es debido a que está pintado de azul y verde, -le contesta el conductor aprovechándose de la ignorancia del campesino.
Una vez que llega al pueblo, el paisano compra dos latas de pintura azul y verde para pintar su asno. Cuando el campesino le lanza la pintura azul al animal, éste se incorpora debido al picor que le produce en la piel y sale disparado por el camino. El campesino lo observa y dice:
– WOW!!! ¡Y eso que todavía le falta la pintura verde!
(Gracias Mercedes Gómez)
El truco
Un hombre, después de insistir mucho a un empresario de circo que ya
tenia todas las plazas cubiertas consigue que acepte ver una
demostración de su número.
Saca un ratón del bolsillo, un piano pequeño y un loro; el ratón se
pone a tocar el piano al tiempo que el loro canta opera.
– ¡Fantástico! pero oiga, entre nosotros, ¿esto tiene truco verdad?
– Si, bueno, el loro no canta, es que el ratón es ventrílocuo.
(Gracias Mercedes Gómez)
Cuando el macho no aguanta más…
Cuando el ‘macho’ no aguanta mas!
Foto impagable
DE AQUI VIENE LA FAMOSA FRASE: «CIERRA EL PICO»
(Gracias Picche)
Estaba una cucaracha
El partido de fútbol
Un partido de fútbol entre el equipo de los elefantes contra el equipo de los gusanos.
El partido estaba muy descompensado. Tanto que a diez minutos del final iban ganando los elefantes por 50-0.
Pero, de repente,
el equipo de los gusanos hace un cambio
y sale el ciempiés.
El ciempiés empieza a meter un gol tras otro
y al final del partido quedan 50-75. Al final del partido, el capitán de los elefantes, incrédulo, se acerca al vestuario de los gusanos y
le pregunta a uno…
La hormiga y el elefante
Había una hormiga bañándose en el mar cuando llega un elefante enfadado y le dice:
“¡Hormiga sal del agua!”
Y le responde al elefante:
“¡No quiero salir!”
Este insiste:
“¡He dicho que salgas inmediatamente!”
Al fin sale y le dice:
“¿Qué quieres elefante?”
Y dice:
“¡Ah!. ¡Que creía que tenías puesto mi traje de baño!”.