Puntos de vista
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Mi mujer y yo estábamos sentados a la mesa en la reunión de mis excompañeros/as de universidad.
Yo contemplaba a una mujer sentada en una mesa vecina, totalmente borracha que se mecía con su bebida en la mano.
Mi mujer me preguntó: ¿La conoces?
– Sí, suspiré, es mi exnovia. Supe que se dio a la bebida cuando nos separamos hace algunos años y me dijeron que nunca más estuvo sobria.
– ¡Dios mío! – exclamó mi mujer ¡Quién diría que una persona puede celebrar algo durante tanto tiempo!
Moraleja : Siempre hay dos maneras de ver las cosas…
(Gracias Montaña)