El funeral del cardiólogo
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En una ciudad de EE. UU. muere un eminente cardiólogo y
sus amigos y familiares deciden hacerle un grandioso y
pomposo funeral.
En medio de la Iglesia, y detrás del ataúd, se encontraba
un gigantesco Corazón todo cubierto de flores.
Terminado el servicio fúnebre y leído el responso, el
corazón se abre en dos y el ataúd se desliza suavemente
dentro del corazón al ritmo de una suave música…….
Una vez adentro, las dos puertas se cierran y el ataúd
desaparece de la vista de los presentes, encerrado para
toda la eternidad en el hermoso Corazón.
Se oye la risa de uno de los amigos del difunto.
Todos los presentes se dan vuelta para mirarlo y el señor
se disculpa diciendo:
«¡Perdón! lo siento mucho….estaba pensando en mi funeral; ¡soy ginecólogo!»
(Gracias Mercedes Gómez)