Diario de una mujer a dieta
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Querido Diario,
Hoy comencé a hacer dieta. Preciso perder 8 kg. El médico
nutricionista me aconsejó escribir un diario donde debo colocar mi
alimentación y hablar de mi estado de ánimo.
Me siento de vuelta en la adolescencia pero estoy muy
entusiasmada con todo.
Por más que la dieta sea dolorosa, cuando consiga entrar en ese
vestidito negro maravilloso, va a estar todo perfecto…
Primer día de dieta.
Un pedazo de queso blanco. Una taza de cereal. Una manzana. Mi humor está maravilloso. Me siento más liviana. Sólo un leve dolor de cabeza,tal vez…
Segundo día de dieta.
Una ensaladita verde. Alguna rebanada de pan tostado y un vaso de yoghurt. Aún me siento maravillosa.
La cabeza me duele un poquito más fuerte pero no es nada que una aspirina no pueda solucionar.
Tercer día de dieta.
Me desperté en el medio de la madrugada con un ruido extraño…
Creí que era un ladrón, pero después de un tiempo me di cuenta
que era mi propio estómago haciendo un ruido que daba miedo… Tomé un litro de agua … No puede dormir porque me la pase orinando el resto de la noche.
Anotación: Nunca más tomaré tanta agua en la noche.
Cuarto día de dieta.
Estoy comenzando a odiar la ensalada. Me siento una vaca
mascando pasto. Estoy medio irritada. Pero creo que se debe al exceso de trabajo… Mi cabeza parece un tambor… Mi compañera de trabajo comió una torta hawaiana con doble queso hoy en el almuerzo. Pero yo resistí.
Anotación: Odio a mi compañera de trabajo.
Quinto día de dieta.
Juro por Dios que si yo veo un pedazo más de queso blanco vomito!
Mi almuerzo, una ensalada, parecía reirse en mi cara… Preciso
calmarme y volverme a concentrar. Compré como apoyo el libro de
las “dietas engordan, comer adelgaza” y una revista que traía en
la portada a Ana Kournikova. No puedo perder mi meta sé que lo lograré.
Sexto día de dieta.
Estoy muerta. No dormí nada a la noche.
Y lo poco que dormí me la pasé soñando con un flan de vainilla.
Creo que hoy mataría por una rebanada de pastel…
Séptimo día de dieta..
Fui al médico… Adelgacé 250 gramos. No fastidies!!!!! Toda la semana comiendo pasto. Solo me faltó mugir y perdí 250 gramos!
Él explicó que es normal. La mujer demora más en adelgazar, más a mi edad…
¡¡¡El Hijo de p… me llamó gorda y vieja!!!!
Anotación: Buscar otro médico.
Octavo día de dieta.
Fui despertada hoy por un pollo asado. Lo juro!
Él estaba en la orilla de la cama, danzando can-can.
Anotación: No entiendo porque pero siento que mis compañeros de
trabajo me miran raro…
Noveno día de dieta.
Hoy no fui a trabajar. El pollo asado me volvió a despertar,
pero ahora bailando la pegajosa canción que dice: “el pollo que más aplauda, el pollo que más aplauda lo mando, lo mando, lo mando a la mesa…” . Pasé el día en el sillón viendo televisión y
saboreando lechuga. Creo que existe un complot. En todos los canales pasaban recetas de cocina. Enseñaban a hacer pastel de tres leches, lasagna y pechugas cordón blue…
Anotación: Comprar otro control remoto, en un arranque de furia,lo tiré por la ventana.
Décimo día de dieta.
Odio a Ana Kournikova y a todas las modelos que andan por las calles y que cuando caminan parecen esqueletos ambulantes.
Décimo primer día de dieta.
Pateé al perro. Grité y eché al aire todo mi repertorio de majaderías porque no encontraba esa blusa negra que me hace ver bien delgada. No entiendo porqué cuando paso mis compañeros de trabajo se pegan a la pared.
Décimo segundo día de dieta.
Sopa.
Anotación: Veo al pollo asado todas las noches no solo me habla sino que ahora empezamos a jugar al poker. Creo que nos estamos volviendo viciosos del Poker el pollo asado y yo. Pero la verdad ya me dí cuenta de que él me roba.
Décimo tercero día de dieta.
La balanza no se mueve. Ella no se mueve! (maldita) No perdí un mísero gramo!
Comencé a reirme a carcajadas y jalarme el cabello. Asustado, el médico, sugirió un psicólogo. Creo que llegó a decir psiquiatra. Sería porque lo amenacé con un bisturí si volvía a escribir ensalada en mi dieta?
Anotación: No vuelvo más al médico, el pollo cree que es un charlatán y yo le creo.
Décimo sexto día.
No estoy más a dieta.
Enojadísima con el pollo, me lo comí junto con pan.
Décimo séptimo día.
Desapareció el dolor de cabeza y me siento FELIZ.